Los bancos informarán a Hacienda del titular de las cuentas a partir del 2017
La aprobación definitiva la semana pasada por parte del Gobierno de Andorra del final del secreto bancario en el Principado pirenaico ha disparado las regularizaciones fiscales que se estaban produciendo desde principios de este 2016. A partir del 1 de enero, el Ejecutivo andorrano recopilará la información fiscal de todas las cuentas depositadas en los bancos del país para enviar la información fiscal en el 2018 a las haciendas de cada uno de los países miembros de la Unión Europea, incluido España.
El aumento de la regularizaciones obedece a que el envío de toda la información fiscal sobre los residentes españoles a la Agencia Tributaria será automático, con lo que aflorará todo el dinero no declarado. Aunque era un cambio normativo conocido, la aprobación la semana pasada de la ley ha disparado las consultas entres los asesores fiscales especializados, según fuentes consultadas.
Un directivo de uno de los principales bancos del pequeño país explica que desde hace meses se está contactando con todos los clientes para informarles del cambio para que tengan tiempo de regularizar –si es necesario– su situación con la Hacienda de su país. España es uno de los países con más clientes en los bancos andorranos.
El banquero explica que las diferentes alternativas por las que han optado los clientes son retirar el dinero en efectivo y guardarlo en una caja de seguridad o gastárselo, llevárselo a una cuenta en un banco de Estados Unidos o de Gran Bretaña, donde no hay intercambio automático de información, cambiar de residencia fiscal, darlo a una ONG o regularizarlo. Como el secreto bancario se levanta el 1 de enero, si el cliente cierra la cuenta antes de esa fecha la Hacienda española no tendrá constancia de nada salvo que pida la información vía judicial al país como se hacía hasta ahora.
La alternativa a la que se enfrentan los contribuyentes que no regularicen su situación es que Hacienda lo detecte por su cuenta
Ángel Sáez, economista de Ros Petit, explica que como norma general el coste de una regularización es de un 70% del importe depositado. En la mayoría de casos, el procedimiento aprovechando que la prescripción es por cinco años consiste en declarar el dinero opaco depositado en Andorra como ingresos en el año 2012 y declarar los rendimientos obtenidos en los años siguientes: 2013, 2014 y 2015. El coste de toda la operación incluyendo multas y recargos es el 70%. Sáez añade que una vez declarado, si el cliente puede demostrar el origen del dinero con anterioridad al 2012 se puede entonces pleitear con Hacienda alegando que esas cantidades estaban prescritas de tributación.
La alternativa a la que se enfrentan los contribuyentes que no regularicen su situación es que Hacienda lo detecte por su cuenta gracias a la información fiscal que le envíe Andorra, en cuyo caso el coste para el contribuyente puede ser de hasta el 120% de la cantidad no declarada.
Andorra va a levantar el secreto bancario al mismo tiempo que otros países que actuaban de la misma manera. El volumen de recursos gestionados por el conjunto de la banca andorrana es grande respecto al minúsculo tamaño del país, pero pequeño respecto a las dimensiones del sistema financiero español. El conjunto de los cinco bancos andorranas gestionaban unos recursos de 45.200 millones en el 2015, cantidad algo superior a lo que gestiona, por ejemplo, Bankinter.
La mayor parte de las regularizaciones del dinero opaco en Andorra se llevaron a cabo con la amnistía fiscal que impulsó el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en el año 2012. Por lo tanto, los expertos consultados creen que las cantidades que se regularicen ahora no serán de gran envergadura.
La banca andorrana comenzará el proceso de petición de información fiscal al propietario último de cada una de las cuentas bancarias. En el caso de que el cliente se niegue a facilitar la información actual o no sea posible contactar con el propietario, la información que facilitará el banco es la última disponible y que, en determinados casos, puede remontarse a la que facilitó el cliente en el momento de formalizar la cuenta.
LA VANGUARDIA
0 comentarios